viernes, 19 de octubre de 2007

EXCITANTES MODERNOS



Para los adictos al té, como es mi caso, nada más preocupante que leer esta obrita de Honoré de Balzac titulada Traité des excitants modernes y publicada en 1838 como apéndice a la Physiologie du goût del gastrónomo Brillat-Savarin. Cuando Balzac la escribió, el té era en buena parte de Europa, un producto de uso doméstico desde hacía más de cincuenta años. En cambio, si en Inglaterra se hablaba de un producto exótico, el resultado de la exitosa carrera colonial, en Francia se discutía sobre la gravedad de su amenaza para la salud.
Resumimos los síntomas somo sigue :
1. El hombre que bebe demasiado té, adelgaza y se vuelve casi diáfano. Muere consumido como una vela y hasta se podría ver a través de su cuerpo. Esto ocurre porque la tanina, uno de sus principales elementos, actúa directamente sobre el plexo y los intestinos que absorben más rápidamente las sustancias narcóticas.
2. El té transmite las enfermedades inglesas así como la tez blancuzca de los anglosajones.
3. Cuando las mujeres beben té, se vuelven pálidas, enfermizas, charlatanas, aburridas, pecadoras y el amor se corrompe desde el principio.
4. El té bebido en grandes dosis produce una irritación que manifiesta la melancolía y empuja al sueño. Las ideas aparecen con lentitud y la somnolencia es indecible.
5. Produce sequedad en la piel y una fuente sensación de ardor.
6. El hombre que se alimenta exclusivamente de té, sucumbe a los tres años. Esta idea se hizo célebre cuando la justicia inglesa propuso a un criminal la condena de ir a la horca o de vivir exclusivamente de té.

Que la adicción nos sea leve.

http://digital.nypl.org/mmpco/index.cfm
http://www.intratext.com/X/FRA0348.HTM

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